UNA SOCIEDAD ANACRÓNICA QUE SE RESISTE A MORIR
Todavía vivimos como nuestros ancestros los cavernarios, como los primeros cristianos, como en la edad antigua, como en la edad media. Nuestro avance científico e intelectual no va al mismo ritmo que lo social. Pensamos que nos hemos olvidados de los" hermosos" valores que formaron las religiones. Puras patrañas lo que esta pasando es que todo va cambiando y nosotros queremos seguir bajo las mismas reglas ,los mismos preceptos que ya no calzan en esta nueva sociedad.
tenemos que tener el valor y la inteligencia para refundar esta sociedad que no va para buen puerto.
Si miramos las relaciones anacrónicas del romanticismo, el noviazgo y el nefasto matrimonio, vemos que esta relaciones ya llegaron a su fin. Debemos mirar con nuevos ojos, entender que ya le llego su tiempo. No podemos seguir pretendiendo que el tal romanticismo hormonal nos engañe y creamos que eso eso es el verdadero amor. Seguimos pensando que el verdadero amor debe ser encerrado bajo el anacronismo del matrimonio e irse a vivir juntos y tener hijos.
Podemos pensar ahora que el verdadero amor es compartir con alguien sin imponer nada, sin querer poseer, solo querer hasta cuando la relación diga ya esta bueno.
Pero los preceptos anacrónicos de las falsas religiones y sus moralismos baratos no nos dejan hacer el cambio que esta sociedad necesita.
Amar no es poseer, no es atar, no es encerrar: amar es dejar ser, comprender, compartir.
Si vemos esta nefasta economía capitalista donde unos están arriba y derraman su estupidez mezquina a los que están abajo. Bancos privados que gobiernan una economía, multinacionales que nos destruyen nuestra naturaleza, que nos destruyen nuestros alimentos, nuestra nutrición. Que colonizan nuestra mente y nos ponen como unos estúpidos a vivir en un mundo de papel.
Esta vieja sociedad capitalista tiene miedo de los rebeldes,miedo de los que sienten y piensan diferente; por eso es que los aniquilan, se siente nerviosa, sabe que esta viviendo sus últimos momentos.
Pero para que ese cambio se de tiene que existir valentía, para destruir todo el anacronismo que no nos permite ver un nuevo horizonte.
Todavía vivimos como nuestros ancestros los cavernarios, como los primeros cristianos, como en la edad antigua, como en la edad media. Nuestro avance científico e intelectual no va al mismo ritmo que lo social. Pensamos que nos hemos olvidados de los" hermosos" valores que formaron las religiones. Puras patrañas lo que esta pasando es que todo va cambiando y nosotros queremos seguir bajo las mismas reglas ,los mismos preceptos que ya no calzan en esta nueva sociedad.
tenemos que tener el valor y la inteligencia para refundar esta sociedad que no va para buen puerto.
Si miramos las relaciones anacrónicas del romanticismo, el noviazgo y el nefasto matrimonio, vemos que esta relaciones ya llegaron a su fin. Debemos mirar con nuevos ojos, entender que ya le llego su tiempo. No podemos seguir pretendiendo que el tal romanticismo hormonal nos engañe y creamos que eso eso es el verdadero amor. Seguimos pensando que el verdadero amor debe ser encerrado bajo el anacronismo del matrimonio e irse a vivir juntos y tener hijos.
Podemos pensar ahora que el verdadero amor es compartir con alguien sin imponer nada, sin querer poseer, solo querer hasta cuando la relación diga ya esta bueno.
Pero los preceptos anacrónicos de las falsas religiones y sus moralismos baratos no nos dejan hacer el cambio que esta sociedad necesita.
Amar no es poseer, no es atar, no es encerrar: amar es dejar ser, comprender, compartir.
Si vemos esta nefasta economía capitalista donde unos están arriba y derraman su estupidez mezquina a los que están abajo. Bancos privados que gobiernan una economía, multinacionales que nos destruyen nuestra naturaleza, que nos destruyen nuestros alimentos, nuestra nutrición. Que colonizan nuestra mente y nos ponen como unos estúpidos a vivir en un mundo de papel.
Esta vieja sociedad capitalista tiene miedo de los rebeldes,miedo de los que sienten y piensan diferente; por eso es que los aniquilan, se siente nerviosa, sabe que esta viviendo sus últimos momentos.
Pero para que ese cambio se de tiene que existir valentía, para destruir todo el anacronismo que no nos permite ver un nuevo horizonte.
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