lunes, 15 de julio de 2013

Mujica, "alma grande" habla de la sensibilidad


“Hay progresistas cuyo órgano más sensible es el bolsillo”

Publicado el 11/7/2013 - 11:47
Mujica, José (15)
El presidente José Mujica dijo que “hay que reconocer que en el mundo progresista existe gente cuyo órgano más sensible sigue siendo el bolsillo”, y fustigó a quienes “suelen ser agrios y hasta injuriosos en la demanda social”, pero en los hechos no ayudan a nadie.
En su audición radial “Habla el Presidente” que se emite por M24, el mandatario recordó que desde el principio de su actividad parlamentaria, hace muchos años, junto con otros compañeros instauraron la imprescindible necesidad de realizar importantes aportes sociales de sus sueldos, creando el Fondo Raúl Sendic, con el cometido de poder hacer pequeños préstamos a gente humilde, que intentaba “inventarse un trabajo”.
Esa iniciativa formaba parte de una “ética solidaria”, en la que sigue luchando, a pesar de reconocer que “obviamente con el gesto de un puñado no se cambia la realidad”. También recordó la construcción de un fondo social de ayuda “para aquellos compañeros que caen en problemas muy graves de salud”, que tiene un costo social inevitable que existe en todo núcleo social.
“Y algún día tendremos que entender entre todos que en una sociedad, así como aportamos a las jubilaciones, tendremos que aportar porque alguien tiene que atender a los viejos, porque hay una cuota de gente que inevitablemente tiene dificultades biológicas y hay que ayudarlos”, expresó. Sin embargo, dijo que “estas cosas primero hay que sentirlas”.
“Sabemos que con ayudas no se cambia el mundo, pero no acompañamos la prescindencia absoluta de no compartir lo que nos toca en suerte hoy”, reflexionó el presidente. “Nosotros no compartimos el criterio de quedarse conforme con plataformas radicales llenas de solidaridad declamatoria, pero donde no pasa nada por el bolsillo de quienes proclaman ese radicalismo”, agregó.
“Pedir o tratar de imponer costos a otros en nombre de causas solidarias, sin que pongamos lo nuestro, nunca nos pareció muy progresista o muy coherente. Para ganarnos el derecho a luchar para imponer conductas solidarias a otros, es básico lo primero comprometernos con hechos, mucho antes que con letreros”, disparó.
“Menos jugo que un cascote”
“La condición humana es muy variada y hay que reconocer que en el mundo progresista existe gente cuyo órgano más sensible sigue siendo el bolsillo”, cuestionó el mandatario. “Esto no es lo grave, lo grave es que suelen ser agrios en la demanda social y hasta injuriosos, pero nunca pueden ayudar a nada ni a nadie en lo concreto; no comparten las vicisitudes de la gente”.
“Y es cierto que en el campo de los que reciben la solidaridad hay vivos y avivados, es inevitable, pero esto no justifica la razón de los señores y señoras de buen pasar, que en el mundo progresista la pasan bien y jamás se acuerdan de aportar a lo social”, criticó.
Dijo que estos sectores “demandan, pero dan menos jugo que un cascote”. Abogó por luchar por más reparto en todos los órdenes, por la equidad y por atender la urgencia social, pero para ello es muy necesario ser coherentes. “Por eso nosotros hemos practicado la dura política con varios compañeros, cuando fundamos una organización de descuentos vigorosos, fuertes, para hacer frente a esa actitud, disciplinadamente y a lo largo de los años”.
Dijo que sabe con este tipo de actitudes no se cambia la realidad global, pero “le da sentido a nuestra lucha, compartimos en lo pequeño y hasta donde llegamos hacemos algo concreto en el mismo sentido de lo que pensamos en los grandes rumbos”.

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