sábado, 13 de julio de 2013

LOS ACUERDOS EN EL CATATUMBO

EN EL CATATUMBO: QUE NADIE SE LEVANTE DE LA MESA HASTA TANTO NO SE LLEGUE A UN ACUERDO SIN IMPOSICIONES, SIN VENCEDORES O VENCIDOS
Bogotá, 13 de julio de 2013. La red nacional de iniciativas ciudadanas por la paz y contra la guerra –REDEPAZ, se suma al clamor nacional para que el Gobierno nacional y los Campesinos del Catatumbo agrupados en ASCAMCAT retomen el diálogo, la concertación y el reconocimiento mutuo como única vía posible y democrática de construcción real de condiciones de vida digna, y capacidades Estatales de legitimidad y acatamiento por parte de todos sus ciudadanos y ciudadanas. En esta región del país, al igual que en muchas otras regiones, en la cual existe una deuda social histórica con una población y un territorio del que sale mucha riqueza y retorna muy poca, la única vía razonable frente a la emergencia de conflictos sociales, es avanzar con diligencia y con paciencia en conversaciones. En ninguna orilla deben darse acciones de violencia porque la violencia no arregla nada y dificulta la construcción de entendimientos.
Las difíciles condiciones de vida de los habitantes del Catatumbo, han generado en las últimas cuatro décadas, diferentes manifestaciones de descontento y clamor popular que han terminado en compromisos de inversión del gobierno nacional y departamental, la mayoría de estos incumplidos y/o postergados. La presencia durante más de cinco décadas de un conflicto armado que ha llenado de dolor y muerte a los habitantes de la región, unida a profundas condiciones de pobreza y exclusión (baja cobertura en educación, baja cobertura en salud, altas tasa de desempleo, etc.), y a las perversas consecuencias económicas y sociales que producen el narcotráfico y los cultivos de uso ilícito, el contrabando y la explotación descontrolada de los recursos naturales renovables y no renovables, hacen de este territorio, un escenario propicio para que los conflictos presentes tengan un desenlace la mayoría de las veces violento.
Es deber del Estado y sus gobernantes, propiciar los cambios necesarios para que las condiciones estructurales que propician el desarrollo de las violencias desaparezcan de esta región, y es deber de la ciudadanía -incluidos los campesinos-, de sus líderes sociales y políticos, elevar las condiciones de participación y entendimiento que potencien la generación de condiciones de gobernabilidad y democracia que hagan posible nuevos escenarios de planeación autónoma, soberana y democrática. Menos corrupción y más inversión, menos violencia y más democracia, menos promesas y más cumplimiento. En las actuales condiciones de confrontación violenta, y de generación de mesas intermitentes de diálogo, ratificamos que solo el diálogo ilumina el camino de la vida, y que solo el mantenimiento de una mesa donde las partes se encuentran cara a cara con total transparencia en sus demandas y ofertas y con total lealtad a unas reglas de juego, metodológicas e institucionales de carácter democrático, se constituye en el camino más expedito para soluciones profundas e integrales.
Hacemos un llamado a las partes, para que cesen las descalificaciones, para que cesen los señalamientos y las demostraciones de fuerza y de resistencia violentas. Las partes deben reconocer y propiciar más escenarios de encuentro que involucren a todos los sectores sociales y políticos, y a todas las organizaciones del Catatumbo. La voz del pueblo Barí tantas veces acallada y excluida, la voz de las mujeres, de los comerciantes, de los estudiantes, de las víctimas, de los adultos mayores, de los campesinos miembros de otras organizaciones, de los líderes políticos y religiosos, etc. La paz a la que todos aspiramos es con dignidad y justicia, las legítimas y justificadas protestas sociales como ésta que hoy se da en el Catatumbo, es una oportunidad para mostrar que los conflictos sociales se pueden tramitar por medios pacíficos y en democracia. En fin, el diálogo en toda su extensión e inclusión que favorezca la construcción de un pacto social y político por el desarrollo, la vida y la dignidad en el Catatumbo.
Que nadie se levante de la mesa hasta tanto no se llegue a un acuerdo sin imposiciones, sin vencedores o vencidos, que propicie más participación, más democracia y más vida digna, mas inclusión y más reconocimiento de las diferencias; un acuerdo sostenible, por la biodiversidad y el respeto al pueblo Barí; un acuerdo por y para los campesinos que reconozca sus diferentes expresiones políticas; un acuerdo para la Paz sostenible y duradera.
20 años tejiendo la paz con mano ciudadana
Presidencia Colegiada
Luis Emil Sanabria D,

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