viernes, 3 de febrero de 2012

LOS JÓVENES EN COLOMBIA

Artículo de sergio Ardila Rodriguez, alumno de la materia de antropología de la carrera de Derecho.

Los Jóvenes: ¿Un Problema social?

La población joven durante la historia nacional ha sido estigmatizada por las autoridades según las necesidades gubernamentales y los temores de cada época. En los 60’s y 70’s fueron vistos como revolucionarios, comunistas y guerrilleros. En los 90’s como sujetos peligrosos entre otros. Hoy día son vistos como: irresponsables, incompetentes, violentos, perezosos, drogadictos, etc.
La población juvenil extiende sus agradecimientos ante sus progenitores que se encargaron de librarlos de regímenes autoritarios. Pero lastimosamente les tiene que decir que la democracia teórica que se han dejado vender y que nos entregan hoy como herencia no ha dado muchos frutos y menos aun beneficios y garantías. Como escribe la pluma del gran escritor Chucureño Guillermo Velázquez  de una manera corta y explicita  en unos de sus cuentos: “A los jóvenes les fue entregado un país envuelto en papel regalo y con unas etiquetas a los lados que dicen: ¡Peligro!
Hoy día los jóvenes solo reciben críticas respecto a su forma de pensar, actuar y vivir. No se toma en cuenta que los jóvenes de esta nueva generación tienen que vivir aspectos más duros consecuentes de malas decisiones antecesoras.  La generación actual enfrenta el impacto de la globalización y sus desigualdades. Deben recibir una educación mala y que cada vez va en creciente decadencia aparte de ser de difícil acceso. La falta de empleo que afecta a todo un país, se hace más notoria en los jóvenes, quienes son excluidos de las mínimas vacantes por falta de experiencia laboral. La alta gama de jóvenes artistas en diversos campos tienen como musa de inspiración el hambre y la miseria.  El medio ambiente nos fue entregado destruido, no se nos enseño a cuidarlo y ahora juntos contribuimos en su proceso de desintegración.
Lo más preocupante es que se ve en aumento la participación juvenil en el conflicto armado. Se les obliga a hacer parte de una guerra fratricida en la que no hay buenos ni malos. Forrada por la cortina y la insignia de la necesidad de continuarla, cuando en realidad es solo un lucrativo negocio en el que solo ganan unos pocos a costa de la sangre de muchos.
Los jóvenes se ven reclutados en una proporción vergonzosamente en aumento por grupos armados que en nada ayudan en el presente y menos aun al fortalecimiento de un mejor mañana. Algunos dicen ser del pueblo y buscan según ellos hacer respetar sus sagrados derechos. Otros dicen librar la sociedad de alimañas y por ello promueven la muy conocida limpieza social. Los últimos aunque legales, son igualmente poco provechosos. Según este, forman hombres de bien con la responsabilidad de buscar como fin la paz.  No sé hasta qué punto sea efectivo combatir la violencia con más violencia, aprender a odiar hermanos de la misma sangre, formar hombres de bien a los que se les enseña y entrena mientras corren por las calles en grupo oyéndoseles gritar a coro: “Quiero bañarme en una piscina, repleta de sangre, de sangre subversiva…”  ¿algo macabro no? Tal vez ni al mismo Hitler se le hubiese ocurrido.
Muchos problemas e incertidumbres agobian al joven de hoy que sería extenso enumerarlas. Por ello dejo ya a un lado lo que parecieran justificaciones absurdas acerca del porque los jóvenes parecieran ser un problema social. Las dejo a un lado para decirles e invitarlos a todos: niños, jóvenes, mayores y viejos, a caminar del mismo lado, a no juzgar a los jóvenes por el problema que pudieren representar; pues somos el fruto de ustedes nuestros padres quienes tuvieron la oportunidad de escoger para nosotros el bien, pero lamentablemente influenciados por gobiernos absolutistas no alejados de la actualidad; escogieron mal. Estamos a tiempo de arreglar lo descompuesto, de buscar para todos y futuras generaciones un mañana prometedor alejado de desigualdades y gobiernos corruptos, crear un verdadero estado social de derecho y empezar poco a poco un proceso evolutivo hacia el crecimiento de un gran país. Queridos lectores, como diría el maestro Ricardo Arjona: “Hoy es un buen día para empezar”, sino nos parece que estamos mal, recordemos que siempre podemos estar peor. Es hora de ejecutar procesos decisivos, ser cada día mejores personas y al momento de escoger a personas que nos representen; hay que escoger lo mejor para todos y no para uno solo, una simple decisión de un minuto puede traer desventuras de por vida.
Para finalizar pido que los jóvenes sean más tomados en cuenta, no somos tan solo el futuro, también somos el presente y de este presente depende lo que seamos en un futuro.

4 comentarios:

  1. Un interesante artículo que tiene como base el comportamiento de los jóvenes de hoy, argumentando que no es producto de la falta de severidad en la enseñanza que proviene de nuestro hogar, es solamente el reflejo de la descomposición social, como la mala educación impartida en las instituciones educativas, la contaminación del medio ambiente, el desempleo y tantos otros factores que de una u otra manera obligan a los jóvenes a tomar decisiones que van en contravía de un comportamiento digno de cualquier persona.
    Este artículo nos hace un llamado de atención a todos, porque aún estamos a tiempo de comenzar a cambiar, tomando procesos de decisión que nos permitan ser cada día mejores en lo que hacemos para que nuestros jóvenes puedan optar por las mejores opciones. 250027

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  2. Al leer un artículo como este viene a mi memoria una frase que en algún momento de mi vida tuve la fortuna de leer y que hoy citaré de forma anónima, pues no recuerdo la fuente; la frase es la siguiente: "Nos esmeramos por darle a nuestros hijos lo que no tuvimos, mas se nos olvida darles lo que si tuvimos". La problemática antes planteada por el compañero, es un claro efecto de todo un sistema político, social e incluso cultural en el que no solo nacimos sino que adoptamos como propio y por obvias razones nos es difícil de revertir; ahora, difícil no quiere decir imposible. La fórmula que a mi parecer puede funcionar tiene mucho que ver con la frase mencionada, como buenos colombianos tenemos la ideología de querer lo mejor para los nuestros y en primera instancia los hijos; a decir verdad no tiene nada de malo, lo perjudicial resulta cuando al satisfacer las necesidades vitales como alimentación, salud, habitabilidad y EDUCACIÓN, los padres ceden la responsabilidad total de esta última al mismo sistema sin aportar la cuota debida, permitiendo así que gran cantidad de jóvenes aunque obtenga títulos por montón, carezcan de valores que solo pudieron ser recibidos en el seno de sus hogares; a todo esto y para finalizar me tomo la libertad de preguntar y todos ustedes amables lectores respondan, ¿Si realmente queremos lo mejor para nuestros hijos, por qué no empezamos por el desarrollo de su pensamiento y la estructuración de su personalidad haciendo de ellos seres humanos de principios y valores inmutables?, ¿por qué limitarnos solo a su bienestar físico?... Muchas gracias. Leijen Rincon D. (190343)

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  3. comparto este interesante articulo respecto a la sociedad de jóvenes y su comportamiento. por el cual debemos motivarnos para mirar tiempos atrás como nuestra sociedad generaba ideas conscientes en los jóvenes de esa época y si miramos actualmente como la sociedad juvenil esta acabando con esos principios que fueron destacados en esa época,pienso que la sociedad juvenil actualmente le hace falta mas educación dentro de sus hogares,debemos hacer una reflexion para cambiar nuestros pensamientos y así llevar acabo una exitosa sociedad juvenil para ser cada día mejores y que todos nosotros tengamos en cuenta este llamado de atención y también quiero que los papas de estos jóvenes tenga la responsabilidad suficiente de enseñarles a sus hijos una buena educación y no sufrir mas por esos jóvenes que están desperdiciando lo mucho que nos ofrecen. muchas gracias...angie rincón.250068

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  4. La población joven colombiana para el año 2000 (entre 14 a 26 años) representa el 21% del total.** En este grupo poblacional -en especial, entre los más pobres- se concentran problemas de exclusión, falta de oportunidades, reproducción de la pobreza. Los hombres jóvenes padecen altos índices de muertes violentas y las menores expectativas de vida, en comparación con jóvenes de los demás países de América. Muchos de ellos, están marginados de la ciencia y la tecnología, de las posibilidades de trabajo, la participación política, la recreación y las posibilidades de expresión. Es el “caldo de cultivo” para su ingreso a los diversos circuitos de ilegalidad: grupos armados (guerrilla, paramilitares, delincuencia común), redes del narcotráfico y contrabando, prostitución, etc.

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