Hablando en un plano más serio con respecto a la problemática vivida por estos días en el Catatumbo, El gobierno nacional lamentablemente se ha hecho de oídos sordos, ante la los puntos expuestos por los campesinos de la región. Cosa que no es gratis, pues el campesinado está en un total abandono en lo cual solo se notan entre la niebla fuerzas oscuras tras esta situación de paro presentada que han aprovechado e impulsado esta situación, pasando las manifestaciones a vandalismo.
El presidente Santos no va a tratar de hacerles caso porque eso detendría una de sus 5 locomotoras; como lo es la minería acentuada en el Catatumbo, la cual está respaldada con la inversión extranjera, pero realmente es algo que ya se le está saliendo de las manos, lo cual debe enfrentar de manera urgente, así como ha puesto sumo cuidado a los procesos de paz en la habana.
La población civil ha dirigido sus cinco sentidos a la problemática inicial de los campesinos, porque los acontecimientos han vulnerado sus intereses como la seguridad ciudadana, la escasez de alimentos y la tranquilidad de sus lugares de residencia.
Entonces se formulan las siguientes preguntas:
* ¿Fue necesaria la iniciativa de los campesinos de dejar sus tierras y tomarse las ciudades?
* ¿Hay grupos delincuenciales aprovechando la actual situación para realizar delitos en contra de la población y responsabilizar a los protagonistas del paro, como han sido los saqueos a locales comerciales? (Versión respaldada por habitantes de la zona en conflicto de la ciudad de Ocaña)
* ¿El ESMAD ha abusado de la fuerza?
* ¿Por qué el gobierno nacional no enfrenta la situación brindando de esta forma tranquilidad a la población civil y atención a los campesinos?
Ante estas cuestiones podemos afirmar que la fuerza pública es necesaria ante cualquier tipo de amenaza a la población, tomando ellos el control sobre las alcaldías y gobernaciones pues están en representación del ministerio de defensa y por ende del mismo estado y el que cuiden los intereses de los ciudadanos es algo lógico, lo ilógico en sí; es que muchos de ellos que están en representación de la fuerza pública abusen del poder asignado para actuar de manera insensata.
Por otra parte es necesario que se le de valor a las opiniones de los campesinos de los cuales debemos agradecer mucho, pues son parte esencial en el desarrollo de nuestro día a día, aunque no queramos notarlo y que solo nos acordemos de ellos en paseos a fincas y los cuales han sido víctimas en primer grado de la violencia en Colombia desde la guerrilla, paramilitarismo, narcotráfico y abandono del estado.
Mientras tanto solo nos queda esperar, tratar de estar tranquilos ante la situación y tratar en lo posible de permanecer en sus casas, lejos de los lugares “calientes del paro”, acatar la Ley seca decretada en la ciudad y hacer caso omiso a las especulaciones que solo crean terrorismo psicológico y caos en la población.
Este tema es de mucho análisis y de respeto por las dos partes, igualmente tratar de permanecer en calma de manera positiva en esta situación, quizás algún momento de humor y fortaleza nos ayudara a pasar serenamente esta eventualidad la cual tenemos la esperanza que tenga un buen término para todos.
Yerson Jai
r
El presidente Santos no va a tratar de hacerles caso porque eso detendría una de sus 5 locomotoras; como lo es la minería acentuada en el Catatumbo, la cual está respaldada con la inversión extranjera, pero realmente es algo que ya se le está saliendo de las manos, lo cual debe enfrentar de manera urgente, así como ha puesto sumo cuidado a los procesos de paz en la habana.
La población civil ha dirigido sus cinco sentidos a la problemática inicial de los campesinos, porque los acontecimientos han vulnerado sus intereses como la seguridad ciudadana, la escasez de alimentos y la tranquilidad de sus lugares de residencia.
Entonces se formulan las siguientes preguntas:
* ¿Fue necesaria la iniciativa de los campesinos de dejar sus tierras y tomarse las ciudades?
* ¿Hay grupos delincuenciales aprovechando la actual situación para realizar delitos en contra de la población y responsabilizar a los protagonistas del paro, como han sido los saqueos a locales comerciales? (Versión respaldada por habitantes de la zona en conflicto de la ciudad de Ocaña)
* ¿El ESMAD ha abusado de la fuerza?
* ¿Por qué el gobierno nacional no enfrenta la situación brindando de esta forma tranquilidad a la población civil y atención a los campesinos?
Ante estas cuestiones podemos afirmar que la fuerza pública es necesaria ante cualquier tipo de amenaza a la población, tomando ellos el control sobre las alcaldías y gobernaciones pues están en representación del ministerio de defensa y por ende del mismo estado y el que cuiden los intereses de los ciudadanos es algo lógico, lo ilógico en sí; es que muchos de ellos que están en representación de la fuerza pública abusen del poder asignado para actuar de manera insensata.
Por otra parte es necesario que se le de valor a las opiniones de los campesinos de los cuales debemos agradecer mucho, pues son parte esencial en el desarrollo de nuestro día a día, aunque no queramos notarlo y que solo nos acordemos de ellos en paseos a fincas y los cuales han sido víctimas en primer grado de la violencia en Colombia desde la guerrilla, paramilitarismo, narcotráfico y abandono del estado.
Mientras tanto solo nos queda esperar, tratar de estar tranquilos ante la situación y tratar en lo posible de permanecer en sus casas, lejos de los lugares “calientes del paro”, acatar la Ley seca decretada en la ciudad y hacer caso omiso a las especulaciones que solo crean terrorismo psicológico y caos en la población.
Este tema es de mucho análisis y de respeto por las dos partes, igualmente tratar de permanecer en calma de manera positiva en esta situación, quizás algún momento de humor y fortaleza nos ayudara a pasar serenamente esta eventualidad la cual tenemos la esperanza que tenga un buen término para todos.
Yerson Jai
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